Iñaki Vázquez Larrea
Doctor en Antropología
Fecha de publicación: 26/10/21
Por lo que respecta a los escritos de Galdós, llama la atención que Baroja no acudiese al entierro del escritor canario en enero de de 1920. De hecho, no lo hizo ningún representante de la generación del 98, a excepción de Jacinto Benavente.
Don Pío Baroja dedicó muchas páginas de elogio y crítica a Don Benito Pérez Galdós, pero son tres los grandes textos conocidos al respecto. El 11 de noviembre de 1913, Baroja publica en el Progreso “ELECTRA. Homenaje a Galdós”.
Baroja reconoce en él las dotes innatas del novelista, pero achaca su no reconocimiento al “ambiente moral raquítico” de España. Rechaza, eso sí, años después, en Heraldo de Madrid (5 de enero de 1993), el “quid divinum” de Galdós.
Para Pío Baroja, dos son las condiciones del gran novelista. Una profunda compresión de la vida y una dinámica espiritual intensa. Galdós, según Baroja, carecería de ambas: “Ninguna de estas dos características creo que tenía Galdós. Las han tenido en el siglo XIX Dickens, Tolstoi y Dostoievski. La tuvieron en la antigüedad los trágicos griegos, y en otras edades Shakespeare, Cervantes y Moliere” (Pío Baroja, 213).
Sospechosas son, por tanto, las cuartillas emitidas a Falange en mayo de 1943. En donde Baroja reconoce a Galdós como el mejor novelista español después de Cervantes. Emitidas quizás, válgase el caso, por circunstancias políticas adversas.
BIBLIOGRAFIA:
BAROJA, P; Obras completas, Galaxia Gutemberg, Barcelona, 1999.
BAROJA, P; Corresponsalía de Guerra y otros textos olvidados, Caro Raggio, Madrid, 2014.