Javier Martínez Echeveste
Plaza de Guipúzcoa
A Jorge González Aranguren
Se han adormecido los nenúfares. Plegaron ya las alas los pájaros de iris. El cisne, recogido, declina su cuello. En el fondo del estanque titilan las monedas al rielar la luna a intervalos del celaje. Y brilla, plateada, la columna de mercurio del templete. Charlot bosteza, parpadea y se rasca el cogote. Majestuosamente, se acuesta en el banco bajo el tilo, y, resuelto, se sube las solapas. Es la hora, es el reino de los sueños. Por esta noche.