Casa, provincia, océano imperial

Iñaki Vázquez Larrea
Doctor en Antropología

Fecha de publicación: 04/06/24

“Pero sí, naturalmente, es interesante el que se haga o se rehaga la historia de un almirante como Oquendo”

Julio Caro Baroja

“El mar es sin duda principio de todas las vertientes de la tierra de todas las vertientes de la tierra, que, comunicándose por sus más profundas y escondidas venas, derrama sus aguas, ya dulces y purificadas, en fuentes arroyos y ríos, y después de a ver corrido por sus dilatados espacios, rinden lo mismo que recibieron a sus furiosas y saladas ondas”

EL Héroe Cántabro.

En 1974, el antropólogo Julio caro Baroja impartió una serie de clases magistrales sobre Historia social en la que fuera Facultad de Letras de la Universidad de Deusto. Baroja advertía al publico presente que los siglos XVI, XVII y XVIII constituían centurias claves en la transformación de la cosmovisión identitaria de los vascos, unidas al auge de la industria naval durante dicho periodo, y animaba a futuros investigadores a interesarse por las cosas País de los vascos.

Es indudable que el historiador José Ángel Achón Insausti, sigue la estela del antropólogo vasco, a la hora de escribir Historia de un relato (El Héroe cántabro, Miguel de Oquendo, 1666).  El autor de el Héroe Cántabro fue don Miguel de Oquendo, un páter familias al frente de una Casa, en la que la escritura del libro tiene tanto que ver con su propia trayectoria personal como con su condición de titular consorte de varios de varios mayorazgos y de representante de una estirpe de marinos.

Para Insausti la elección del gentilicio cántabro exige una explicación previa. No tanto   porque con tal gentilicio se designaba comúnmente a los vascos de la época, sino porque la obra se entrelaza con el relato identitario vascocantabrista, por el que la Casa nobiliar, frente a la estirpe linajuda bajo medieval, se convierte en el anclaje básico de la vida social de los vascos.

El relato ya se encontraba presente en siglo XVI. Por ejemplo, en El Compendio Historial de Esteban de Garibay (cronista de Felipe II), por la que una antigua estirpe nobiliar guerrera vasca, que ahora mira hacia afuera, se ofrece como cortesana y de pluma al servicio de la monarquía castellana (Norbert Elías), para el engrandecimiento de su propia casa.

Ahora bien, esa misma noción de Casa nobiliar está sujeta a transformaciones a lo largo del siglo XVII. En términos barojianos se sigue mirando hacia afuera, pero ya a un océano Imperial de connotaciones globales (Fernand Braudel).  Así, lo reconoce el propio Insausti:

Ni los contenidos de El Héroe Cántabro ni la propia historia de los Oquendo son comprensibles sin el océano. Pero esto nos lleva a plantear cómo esta necesidad de reubicación afectó también a casas y familias, a sus estrategias de ascenso social o de conservación del estatus, porque el punto de anclaje básico de todo el entramado social era la Casa, un conjunto de personas y propiedades indisolublemente unidos y perdurables en el tiempo.” (Achón Insausti).

La siguiente gran transformación social del siglo XVII, fue la de un refuerzo del sentido de sujeto político provincial, fruto de la empresa oceánica, que para el caso guipuzcoano ya está presente en el clérigo lezotarra Martínez de Isasti, cuando afirmaba que la villa donostiarra:

había tomado más de 120 navíos y 400 toneladas con muchos géneros de mercaderías de holandeses enemigos y alguno de rocheleses e ingleses. Pelean con ellos, con su artillería y mosquetes valerosamente y los han traído a San Sebastián y al puerto de Pasage y los han vendido en la  moneda… ellos mismos han animado los navíos y los han tripulado de marineros,… ensalzando el nombre y valor guipuzcoanos” (en Achón Insausti, pág. 168).

Y es que El Héroe Cántabro es también una alegoría de la eterna invencibilidad guipuzcoana de los primigenios hijos de la dispersión babélica, contra todos los enemigos de la Contrarreforma.

La obra finaliza, eso sí, con un lamento del Historiador Insausti. El de la conversión de Oquendo en un héroe nacional español con la llegada de la época de las naciones en el siglo XIX; pervirtiendo la leyenda, hasta la actualidad, de lo que era en esencia un relato barroco, de honor estamental, en liza por la verdadera religión.

BIBLIOGRAFÍA:

ACHÓN INSAUSTI, J, A; Historia de un relato (El héroe cántabro, Miguel de Oquendo, 1666), Gobierno Vasco, 2023.

AZURMENDI, M; Y se limpie aquella tierra (Limpieza étnica y de sangre en el País Vasco (siglos XVI- XVIII), Taurus, Madrid, 2001.

BRAUDEL, F; EL Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, FCE, México, 1996.

CARO BAROJA, J; Introducción a la Historia social y económica del pueblo vasco, Txertoa, San Sebastián, 1974.

CARO BAROJA, J; Los vascos y la Historia a través de Garibay, Caro Raggio, Madrid, 2002.

ELIAS, N; La sociedad cortesana, FCE, México, 1982.

JUARISTI, J; Vestigios de Babel (Para una arqueología de los nacionalismos españoles), Siglo XXI, Madrid, 1992.