Juan Telmo Uriarte
Psicólogo

Fotografía: Sara Alonso
“La psicología es la ciencia que predice la conducta”. Esta frase tan simple encierra uno de los casos científicos más complejos del siglo XXI. En la psicología podemos observar la evolución de una disciplina que empezó siendo un apéndice de la filosofía para convertirse en una ciencia social de pleno derecho e independiente y actualmente está dando el gran paso (veremos si ganamos esta batalla) para convertirse en una ciencia natural, como lo puede ser la ciencia médica.
Esto implica que actualmente está habiendo una lucha intelectual entre los “Revolucionarios psicólogos” (que quieren crear una ciencia mucho más útil en lo que se refiere a la hora de predecir el fenómeno de la conducta) contra los “Conservadores psicólogos”, que pecando como las demás ciencias sociales, no aspiran a predecir el fenómeno que estudian sino que solo aspiran a ejercer de explicadores de los fenómenos a la vez que actúan como una policía moral tirando abajo y destruyendo los avances de los revolucionarios. Este es el poder de la corrección política de los “Convervadores académicos” que actúan de guardianes morales.
Lamentablemente, no rechazan la revolución de la psicología en base a un criterio racional y/o metodológico. Lo rechazan porque el conocimiento que estamos obteniendo con los avances en neurociencia y psicometría, no es afín a su ideología moral. Este artículo está escrito para hacer ver a las nuevas generaciones de psicólogos y al público en general, el sin sentido de rechazar la ciencia natural en la psicología. Este artículo está hecho para que la psicología vea la luz y por fin se convierta en una ciencia “seria” como lo pueda ser la biología, la física o la química para luchar por la legitimidad de la psicología como una ciencia de pleno derecho.
Para ello usaré la alegoría de la “Cueva de Platón” porque como bien dice el mismo filósofo sobre la ignorancia “es el origen de todos los males, la ignorancia es una enfermedad del alma. Ignorar significa creer que se sabe, cuando en realidad no se sabe; es decir, lo que se cree saber esta ausente de ser, de orden, no solo no es el ser, sino aún más, no es el no-ser” Traduciendo las frases de Platón, expondré su idea contextualizada para reflejar el problema con el establishment académico dentro de las facultades de psicología. “Los conservadores no están interesados en crear una ciencia útil, están interesados en crear una ideología explicativa de todos los males de la sociedad, la cual solo puede mejorar adoptando una ideología concreta y renunciando a su ideología original mala. No les importa ser ignorantes siempre y cuando no exista información que contradiga su solución mágica. Están enfermos y están contagiando esta enfermedad a sus estudiantes.”
Esto posiciona a la psicología y por extensión a todos los profesionales de la salud mental como una parte del “poder institucional represor de la sociedad” el cual se disfraza de profesional de “la salud”, escondiendo el real motivo de su profesión. Quien controle la psicología, controlará la sociedad, ya que la psicología/psiquiatría se concibió no como una disciplina para ayudar a la gente sino como una disciplina de control social1. La psicología/psiquiatría es poder.
La alegoría de la caverna comienza con personas observando sombras reflejadas en una pared. La razón por la cual están así son dos:
1. La persona está encadenada. Es una buena metáfora acerca del control social que ejerce la psicología/ psiquiatría en la sociedad moderna.
2. Nunca ha visto las cosas de verdad, solo los reflejos. Este símil lo relaciono con la pobre metodología de la psicología que usan los “Conservadores” que están sumergidos en falacias ad hoc hasta el cuello. Esto resulta que la psicología como ciencia social no nos permite establecer a ciencia cierta la verdadera causalidad subyacente y por lo tanto es imposible predecir NADA con la metodología tradicional de la psicología.
2. 1. El problema de las ciencias sociales a la hora de establecer causalidad reside en las propias variables que escogen. Es fácil establecer una causalidad con elementos tangibles, como puede ser en la más básica física newtoniana, pero cuando escoges constructos sociales que por definición son intangibles, la generalización determinista de “Cuando hay A, ocurre B” se convierte por definición en una falacia ad hoc2. Porqué no es mantenible por ninguna epistemología legitima. Ni el empirismo ni el racionalismo pueden mantener la causalidad entre dos elementos que no son tangibles ni medibles.
Vayamos donde está el grano, vayamos al error actual de los “Conservadores” que aún se agarran al poder, hablemos de su metodología. Para ello deberíamos hablar del conductismo y como este perdió la pelea contra la fenomenología alrededor de los finales de los ochenta, que es justo donde se creo el precedente por el cual la psicología se convirtió en una ciencia social, también conocidas por el nombre de pseudociencias (es una broma, no os ofendáis). El debate en aquella época se situó en torno a la propia naturaleza de nuestro cerebro y su actividad cognitiva, este elemento de estudio también se denomina comunmente entre los académicos, el problema de la “caja negra”. Mientras que el conductismo mantiene que es imposible saber la naturaleza de los procesos cerebrales estudiando la conducta, la fenomenología mantiene que estudiando la conducta, podemos conocer la estructura cerebral subyaciente de las mismas, pervirtiendo el determinismo científico.
Esto provoca el problema de la dependencia teórica, por la cual, la información que obtenemos del fenómeno que estudiamos, se ve claramente contaminado por la preconcepción teórica del mismo2. Y ya si esa preconcepción teórica obedece más a criterios de “corrección política” nos encontramos frente a frente con el pecado original propio de todas las ciencias sociales. La falacia ad hoc que busca explicar el fenómeno sin relacionarlo con la REALIDAD, solo busca darse la razón así mismo. Filosóficamente esto se denomina (epistemológicamente hablando) idealismo (fenomenología es la metodología). Por lo tanto la cuestión de la caja negra según el idealismo no guarda relación con la realidad . Para los “Conservadores” la conciencia no es un reflejo de la realidad3. Una ciencia alejada de la realidad, no tiene mucho de ciencia…
Tenemos que conocer las limitaciones de la psicología. Y debemos ser conscientes que la psicología no nos permite conocer como se comporta nuestro cerebro. La psicología puede ayudarnos a predecir que conducta podemos esperar dependiendo de los estímulos4. El problema de la caja negra lo tienen que resolver las neurociencias. Y es el avance de la neurociencia el que ayudará en un futuro a que la psicología sea precisa al 100%. Esto se denomina conexionismo.
Debemos romper con los infantiles intentos por parte de los demiurgos de predecir y explicar mediante constructos sociales la psicología, como he dicho en el árticulo, es una metdología inútil. Hasta que tengamos los avances necesarios en neurociencia, debemos guiarnos por la estadística y la psicometría, que son los verdaderos elementos que nos permitirán acercanos a predecir la conducta. Demostrable mediante inteligencia artificial, pero sobre esto ya os haré saber. Las cadenas son pesadas. ¿Quién me creerá cuando vuelva a la caverna? ¿Quién se atreverá a abrir los ojos para ver la luz? ¿Quién señalará con el dedo a los cínicos demiurgos que nos controlan? Mira la luz.
Bibliografía, notas y fuentes:
1 Foucault, Michael. (2012). Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Madrid, España: Alianza editorial.
2 Papineu, David. (1978). For science in the social science. Londres, Reino Unido: The Macmillan Press.
3 Rendueles, Cesar. (2016). En bruto: Una reivindicación del materialismo histórico. Madrid, España: Catarata.
4 Skinner, B. F. (1987). Whatever happened to psychology as the science of behavior?. American psychologist, 42(8), 780. Glymour, Clark. (2001). The mind’s arrows: Bayes nets and graphical causal models in psychology. Londres, Reino Unido: MIT press.
Debe estar conectado para enviar un comentario.