El escorbuto en la primera vuelta al mundo

Javier Almazán Altuzarra
Médico

Imagen: Junueth Vilchis Ortiz

Introducción

El escorbuto es una de las enfermedades emergentes que surgen en el contexto epidemiológico de una época, hacia finales del siglo XV y comienzos del XVI, en la que se han puesto en contacto dos grandes poblaciones humanas separadas durante miles de años y sometidas a experiencias inmunológicas diferentes. La peor parte la llevan los habitantes del Nuevo Mundo, quienes van a sufrir cuatro devastadoras epidemias de gripe, viruela, sarampión y tifus, que van a contribuir decisivamente a la hecatombe demográfica que sucedió tras el encuentro. (Betrán Moya 2006)1

El virus de la gripe viajó a bordo de las naves en el segundo viaje a las Indias del Almirante Cristóbal Colón, en las que iban embarcadas mil quinientas personas, todos varones por expreso deseo de Isabel I de Castilla. En las bodegas llevaban plantas para sembrar en las nuevas tierras – trigo, cebada, vid, olivos – y animales, entre ellos caballos, cerdos y gallinas, animales desconocidos en el Nuevo Mundo y hoy reconocidos reservorios del virus responsable de la enfermedad denominada entonces Influenza o Fiebre Lunar por la creencia de la influencia de los astros en su curso.

Tras su desembarco en diciembre de 1493 en la isla de La Española el propio Colón describió la presencia de unaenfermedad febril – adoleçieron muchos de çiçiones – (Muñoz-Sanz 2006)2 , que afectó a tainos y castellanos, con elevada mortalidad sobre todo entre los aborígenes, por primera vez enfrentados a un virus para el que su sistema inmunológico no estaba preparado, como tampoco lo estaba para los virus de la viruela y el sarampión, enfermedades endémicas en Europa durante la infancia y que en Nueva España provocaron dos grandes epidemias alrededor del año mil quinientos veinte, diezmaron a la población y precipitaron el derrumbe del Imperio Azteca y la caída/conquista de Tenochtitlán.

El tifus exantemático fue la cuarta gran epidemia de la que tenemos noticia. En mil quinientos veintiséis surgió en el puerto de Veracruz una nao procedente de Sevilla. Varios de los que desembarcaron venían enfermos, entre ellos el juez Luis Ponce de León al que le cundió poco el cargo, pues falleció a los pocos días víctima del Mal de Pintas o Tabardillo, como se conocía la enfermedad transmitida por piojos debido a la presencia de un característico exantema petequial.

Por otra parte existen sólidos indicios de que el Treponema, la bacteria responsable de la sífilis, viajó a Europa desde La Española y otras islas caribeñas ya en las tripulaciones de las naves que regresaron de los dos primeros viajes colombinos. El Treponema, dio lugar en la península Ibérica a partir de mil novecientos noventa y cuatro, a una enfermedad clínicamente distinta a la de origen, especialmente virulenta y contagiosa, conocida en principio como Mal de Bubas. Al año siguiente la epidemia se describe en Italia, coincidiendo con el movimiento de tropas a que obliga la guerra de Nápoles, para posteriormente extenderse por Francia tras la retirada de su ejército y diseminarse por el resto de Europa Continental e Insular y el Norte de África en un movimiento de expansión centrífugo. En el año 1526 el médico Girolamo Fracastoro le dio el nombre de Syphilis que aún perdura. (Guerra 1999)3.

En este nuevo contexto epidemiológico aparece con toda su crudeza el escorbuto desde los comienzos de la Era de los Descubrimientos. El escorbuto no es una enfermedad infecciosa, se produce por la carencia de una proteína esencial para el metabolismo, perteneciente a un grupo de nutrientes que no pueden ser sintetizadas por el organismo humano y deben ser aportadas desde el exterior por suplementos que por entonces sólo estaban disponibles en la dieta. Estas proteínas fueron identificadas en el año mil novecientos doce por el bioquímico polaco Casimir Funk que les dio el nombre de Aminas Vitales o Vitaminas. En el caso de la vitamina C se trata del ácido ascórbico y es indispensable para la formación de colágeno, la reparación de los tejidos y mantener la integridad de los vasos sanguíneos; se encuentra sobre todo en frutas y vegetales frescos como naranjas, limones y fresas, arándanos pimientos, cebolla, ajos, o solanáceas como el tomate y la patata. La carencia del nutriente durante más de dos o tres meses, agota sus reservas y da lugar a una variedad de síntomas que comienzan por decaimiento y gran cansancio, dolores óseos, hemorragias en las articulaciones, hematomas y petequias por los miembros y la característica afectación de las encías, tumefactas y sangrantes. Indefectiblemente aboca al fallecimiento por hemorragias internas masivas si no se repara su carencia. Una vez repuesta la deficiencia de ácido ascórbico la recuperación es rápida y completa.

El escorbuto es una enfermedad que no aparece descrita apenas en ningún tratado de la medicina tradicional greco-latina y árabe, pero sin embargo era bien conocida en la Europa nórdica de largos inviernos que sufren carencias prolongadas de alimentos frescos, de hecho la etimología de la palabra que la define es de origen nórdico. En 1541 el médico holandés Jhon Echthiusescribió en latín un pequeño tratado en el que adoptaba la palabra Escorbutus como forma latinizada del danés scorbuck cuyo remoto origen proviene a su vez del islandés skyrbjûgr. De allí proceden escorbuto, scorbut y scurvy (Carpenter 2010)4.

La primera mención del escorbuto en la Era de las Grandes Navegaciones la encontramos en el viaje de Vasco de Gama desde Portugal hasta la India entre los años 1497-99, en cuya narración se encuentra una de las primeras descripciones del escorbuto y su particular remedio mediante la ingesta de naranjas y limones:

– De tal modo que todos enfermaban de las encías, que les crecían por encima de los dientes y no podían comerse, les hinchaban las piernas y otras grandes hinchazones les salían por todo el cuerpo, y de tal modo minaban la vida de un hombre, que éste moría sin padecer ninguna otra dolencia (Planells 1992)5.

Asimismo en la segunda expedición lusitana a la India de la cual era Pedro Álvares Cabral capitán en el año de 1500, desembarcaron en la actual costa del Brasil desviados por una tormenta. De allí navegaron hacia el cabo de Buena Esperanza, Mozambique, y Mombasa, donde el cronista anónimo nos cuenta:

En nuestra nave algunos habíamos padecido la enfermedad de la boca (ammalati de la bocca) y con aquellas naranjas nos pusimos sanos (Brossard 2005)6.

El escorbuto en la primera vuelta al mundo

La enfermedad se presenta en tres episodios o brotes durante la Primera Circunnavegación a la Tierra de Juan Sebastián de Elcano, entre 1519 a 1522.

Primer brote de Escorbuto durante la travesía del Pacífico

Tres naos surcan el inmenso océano no previsto por Ptolomeo, Fernando de Magallanes es el capitán de lo que queda de la Armada que va en busca de la Especiería, y ciento sesenta hombres que inician una de las más asombrosas navegaciones en la historia de la Humanidad. Noventa y nueve días les lleva atravesar por caminos desconocidos el inmenso océano que separa América de Asia. Durante noventa y nueve días se van a alimentar de bizcocho mientras duró y lo que pudieron pescar en el mayor desierto del mundo. El conocido texto del cronista vicentino Antonio Pigafetta ofrece descripciones clínicas compatibles:

– Durante tres meses y veinte días no pudimos conseguir alimentos frescos… Pero la mayor desgracia de todas fue que a algunos hombres se les inflamaron las encías de tal modo que no podían comer y se morían. Veinticinco o treinta hombres padecieron dolores en los brazos, en las piernas o en otros lugares, de modo que pocos quedaron sanos7 (Pigafetta 1999).

Lo corrobora el marinero jerezano Ginés de Mafra, en un testimonio semejante:

– Por aquí navegaron al Poniente derechos y consumieron tres meses en esta navegación. En este tiempo los bastimentos, parte por gastados y parte corrompidos, se disminuían, y en toda la gente había enfermedades, especialmente que con la vascosidad de las malas comidas se les hinchaban las encías tanto que les impedía el comer, y se morían8 (Mafra 2003).

En la travesía desde el estrecho hasta Zebú fallecen diecinueve hombres, todos de enfermedad, el resto de los enfermos se recuperan tras la ingesta de alimentos frescos, y en especial del coco y su leche rica en vitamina C.

Segundo brote de Escorbuto durante el regreso de la nao Victoria

No es menos asombrosa la navegación de la nao Victoria con Juan Sebastián Elcano y sesenta hombres, cuarenta y siete castellanos y trece indios de las Molucas. A mediados de febrero de 1522 dan el salto desde la costa más occidental de la isla de Timor para engolfarse en el Océano Índico por rutas no conocidas para evitar las de los portugueses. A primeros de Mayo consiguen contornear el cabo de Buena Esperanza y navegar dando la inmensa bordada que utilizan los lusitanos – A Volta da India – que les va a llevar hasta Cabo Verde. Es entonces cuando se producen las muertes, a lo largo de los meses de Mayo y Junio fallecen quince castellanos y nueve indios, en este caso no existen descripciones, Pigafetta y Elcano señalan que la muerte de los enfermos se produjo por inanición, aunque no les faltaron el arroz ni el agua:

Habiendo partido de la última de aquéllas islas, en cinco meses, sin comer más que trigo y arroz y bebiendo sólo agua, no tocamos en tierra alguna por temor al rey de Portugal, que tiene ordenado en todos sus dominios de tomar esta armada, a fin de que V.M. no tenga noticia de ella, y así, se nos murieron de hambre veinte y dos hombres; por lo cual y la falta de vituallas arribamos a la isla de Cabo Verde 9 (Elcano 2003)

Cinco meses de dura navegación contra vientos y corrientes, desde el catorce de febrero hasta el catorce de julio que surgen en la isla de Santiago en Cabo Verde, cinco meses sin hacer acopio de alimentos frescos. Es conocida la postrera singladura de la nao Victoria con Juan Sebastián de Elcano de capitán y diecisiete hombres que van a completar la primera circunnavegación a toda la redondez de la Tierra, en palabras del guetariense. Con ellos llegan tres indios tras dejar atrás en Cabo Verde a trece hombres retenidos por los lusitanos.

Tercer brote de Escorbuto durante el infructuoso tornaviaje de la nao Trinidad

No menos prodigioso, aunque infortunado, fue el regreso de la nao Trinidad en su intento de atravesar nuevamente el océano Pacífico en busca de las espaldas de la Nueva España. Es el episodio de mayor mortalidad, fallecieron treinta y un hombres de cincuenta y cinco que partieron. Podemos hacer las mismas consideraciones que en los dos casos precedentes, la falta de ingesta de alimentos frescos, la sucesión de las muertes a lo largo de los meses de Septiembre y Octubre tras cuatro meses de navegación y la rápida recuperación al alimentarse con vegetales frescos, nos recuerda lo acontecido en el Pacífico y a la tripulación de la Victoria en su regreso.

Continuaron su navegación, dando bordos de una banda a otra, por tener vientos contrarios, hasta que llegaron a los 42 grados de la banda del norte. Hallándose en este paraje, faltóles el pan, vino y carne y aceite: no tenían que comer, sino solamente agua y arroz, sin otros mantenimientos, y el frío era grande y no tenían con qué cubrirse; comenzóse la gente a morir, y viéndose así, determinaron regresarse al Maluco 10(Piloto genovés 2003).

Pero además conocemos por la relación de Ginés de Mafra la realización de la primera autopsia en alta mar a cargo del médico y cirujano sevillano Juan de Morales para intentar dilucidar la causa de tanta mortandad:

Corrieron al Nordeste hasta que se pusieron en altura de 42 grados de la banda del Norte… En esta altura se les comenzó a morir la gente, y abriendo uno para ver de que morían, halláronle todo el cuerpo que parecía que todas las venas se le habían abierto y que toda la sangre se le había derramado por el cuerpo, por lo cual de ahí adelante al que adolecía sangrábanle pensando que la sangre los ahogaba y también se morían, dejábanlo de sangrar y no escapaba: así que una vez que enfermaba como cosa sin remedio no le curaban1(Mafra 2003)

De manera sorprendente la descripción concuerda con la fragilidad vascular y las subsiguientes hemorragias espontáneas que caracterizan la avitaminosis, lo que permite hacer el diagnóstico retrospectivo del escorbuto ¡Quinientos años después! También se describe la inutilidad del universal remedio de la sangría

Escorbuto durante la expedición del Comendador Loaysa

También es muy probable la presencia de escorbuto en la segunda expedición castellana a Las Molucas que partió de La Coruña en 1525 bajo el mando del comendador García Jofre de Loaysa y en la que participa Juan Sebastián Elcano como capitán de la nao Santi Spíritu y piloto mayor. No lograrían su objetivo, ya que fallecieron ambos en el Pacífico tras haber atravesado por segunda vez el estrecho de Magallanes. Tras el fallecimiento de Loaysa, Elcano fue nombrado capitán general pero le aprovechó poco, pues murió pocos días después. No conocemos la causa de sus muertes que ocurrió en circunstancias parecidas a las de la primera navegación del Pacífico, con algunas particularidades, entre ellas el excesivo número de navegantes en la nao capitana, dado que la nave de Elcano naufragó y sus tripulantes embarcaron en ella, pero no sus provisiones.

– En este tiempo andábamos muy trabajados e fatigados…e como la gente andaba muy fatigada, así del mucho trabajar de la bomba como de la mar, e del poco comer e beber, e muy ruin, muríanse cada día, e por este respeto acordamos de arribar a nuestro camino para Maluco…Llegó con la nao capitana sola a las islas de los Malucos con ciento e cinco personas, e que desde el estrecho hasta llegar a las dichas islas, se les murieron más de cuarenta personas (Urdaneta en Navarrete 1964) 12 .

La lasitud y decaimiento asimismo son síntomas compatibles con la carencia vitamínica. Por todo lo expresado en los episodios descritos en la primera expedición, la semejanza entre ellos, la escasez de la dieta en vitamina C el tiempo suficiente como para vaciar los depósitos, la mortalidad en brote y la rápida recuperación de los enfermos tras el acceso a alimentos frescos, nos hace sospechar la presencia de escorbuto como causante del brote de enfermedad y mortandad.

Corolario

Durante cientos de años el escorbuto fue una enfermedad considerada como inevitable en los largos viajes transoceánicos. Distintos e ineficaces remedios se intentan infructuosamente, mientras prosiguen de forma incesante las muertes por escorbuto en todas las armadas a lo largo de más de trescientos años a pesar de las evidencias a favor de los beneficios de verduras y frutas frescas, en especial de los cítricos que eran un clamor entre los médicos navales. Con el paradigma humoral, no se puede entender la compleja realidad de los trastornos nutricionales como el escorbuto o beri-beri. Fue finalmente Gilbert Blane, médico de la Royal Navy, quien conjugó la evidencia obtenida mediante la experiencia, con la aplicación de un eficaz remedio preventivo. Sus recomendaciones incluían una adecuada atención higiénico-sanitaria junto con el consumo obligatorio de una pequeña pero eficaz administración de zumo de lima – 22 cc – mezclada con ron. A partir de 1795 el suministro de esta bebida llamada grog fue obligatorio en la armada británica. Sus resultados fueron magníficos y las bajas por el escorbuto disminuyeron notablemente y fueron uno de los motivos, y no menores, del predominio de la talasocracia británica.

Bibliografía, notas y fuentes:

Betrán Moya, José Luis. Historia de las epidemias en España y sus colonias (1348- 1919). Madrid: La Esfera de los Libros S.L. 2006.

Brossard Md. Historia Marítima del Mundo. Madrid: Edimat Libros S.A., 2005.

Carpenter KJ. The History of Scurvy & Vitamin C. Cambridge: Cambridge University Press, 1986.

Elcano, Juan Sebastián. Carta de Juan Sebastián Elcano al Emperador, dándole breve relación de su viaje en la armada de Magallanes y de su regreso en la nao Victoria. Biblioteca de Viajeros Hispánicos 5. La Primera Vuelta al Mundo. Madrid: Ediciones Miraguano/Polifemo; 2003.

Guerra Francisco. Epidemiología americana y filipina (1492- 1898). Ministerio de Sanidad y Consumo. Madrid 1999. El ilustre profesor acuña la expresión Mutación de las Bubas al referirse a la evolución clínica de la tripanosomiasis desde una forma tropical no venérea original de las Indias a la forma venérea de los climas templados en Europa.

Mafra, Ginés. Anónimo: Relación de Ginés de Mafra. Biblioteca de Viajeros Hispánicos 5. La Primera Vuelta al Mundo. Madrid: Ediciones Miraguano/Polifemo; 2003.

Muñoz-Sanz, Agustín:La gripe de Cristóbal Colón. Hipótesis sobre una catástrofe ecológica. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2006; 24:326-34.

Pigafetta, Antonio: Primer viaje alrededor del mundo. Barcelona: Edición de Isabel de Riquer.- Biblioteca Grandes Viajeros.; 1999.

Piloto genovés. Anónimo: Navegación y Viaje que hizo Fernando de Magallanes desde Sevilla para el Maluco en el año 1519, escrito por un genovés. Biblioteca de Viajeros Hispánicos 5. La Primera Vuelta al Mundo. Madrid: Ediciones Miraguano-Polifemo, 2003.

Planells A. Meridiano 76º.Diario del primer viaje de Vasco de Gama,1497-99. Hospitalet de Llobregat: Sendai ediciones, 1992.

Urdaneta, Andrés: Relación escrita y presentada al emperador por Andrés de Urdaneta de los sucesos de la armada del comendador Loaisa, desde 24 de Julio de 1525 hasta el año 1535. Martín Fernandez de Navarrete. Madrid 1964: [1537]: 226-250.